lunes, 23 de noviembre de 2015


GRUPO DE TERAPIA CON PERSONAJES Y CUENTOS


EL PRÓXIMO 12 DE ENERO ABRIMOS GRUPO DE TERAPIA Y CRECIMIENTO PERSONAL EN EL INSTITUTO DE TERAPIA GESTALT DE VALENCIA (www.itgestalt.com)





¿Eliges las batallas que quieres luchar como un Rey sabio o esperas que te rescaten como una Princesa?, ¿Conoces el poder de tu Hada, la sabiduría de la Bruja, el instinto de tu Lobo, la fuerza de tu Dragón?


El objetivo de este grupo consiste en dar voz a los diferentes personajes que viven en nosotros y comenzar a integrarlos a través del trabajo terapéutico, como una entidad completa y equilibrada.


Te invitamos a acompañarnos en un viaje de autodescubrimiento por las tierras fronterizas que se encuentran entre los cuentos y la terapia.



EL NARRADOR INTERIOR







Un narrador de cuentos puede producir casi cualquier efecto. Dependiendo de cómo los relate puede provocar risa o tristeza, sorpresa o terror,  a esta manera de contar la historia la llamamos género narrativo.

En nuestros grupos de terapia con personajes y cuentos, trabajamos terapéuticamente con los géneros narrativos poniendo la atención en el tono que los participantes utilizan en su diálogo interior. Es tan importante para nosotros escuchar sus historias como la forma en que se las cuentan, cada quien lo hace de una manera, así, hay quien se cuenta su vida como si fuese un melodrama y es capaz de convertir en tragedia sucesos insignificantes, o quien vive con ansiedad y miedo constantes y descubre que se cuenta, una y otra vez, una historia de terror.

Hacer consciente el género narrativo nos permite comenzar a cambiar la manera en que percibimos el mundo, ya que nuestra experiencia cambia cuando modificamos la forma en que nos la contamos y es en ese momento, cuando elegimos cómo nos vamos a contar las cosas que vivimos, cuando pasamos de ser personajes a convertirnos en los narradores de la historia de nuestra vida. 



martes, 17 de noviembre de 2015

CON QUÉ SOÑABA BLANCANIEVES







Cuenta Shinoda Bolen en “Las diosas de cada mujer” que, para poder llevar a cabo nuestros proyectos, necesitamos que alguien crea en nuestros sueños y nos inspire para realizarlos. A quienes nos apoyan de esta manera les denomina “portadores de sueños”.

Imagino a Blancanieves, tras huir de su madrastra, encontrándose con los enanitos y que estos, tras decirle “si quieres cuidar la casa, cocinar, hacer las camas, lavar, remendar la ropa y tenerlo todo en orden, podrás quedarte con nosotros y nada te faltará”, añadieran “y si tienes otros intereses como estudiar un máster o explorar tierras nuevas y desconocidas, nosotros te apoyaremos”.

Algo me dice que los enanitos estaban demasiado centrados en sus intereses y que las mujeres de la época de Blancanieves estaban muy limitadas por su rol social, aún así me pregunto, ¿qué pensaba mientras limpiaba la casa de los enanitos o lavaba sus diminutas ropas?, ¿qué imaginaba mientras esperaba que le llegase el sueño?, tal vez maduraba la idea de recuperar el castillo de su padre y vengarse de su cruel madrastra o quizás soñara con abrir una panadería tradicional en otro reino o emprender un viaje por tierras nuevas y desconocidas, nada de esto sabremos pero lo que sí nos dice el cuento es que, al final un Príncipe le propone casarse y a ella, cuentan los Grimm, “le pareció bien”, y aquí es donde me pregunto ¿era Blancanieves la niña inocente que aparece en el relato o ha sufrido una transformación? 

Como respuesta, al final del cuento la madrastra es invitada a la boda y obligada a bailar con unas zapatillas de hierro al rojo vivo hasta morir, lo que me hace pensar que en algún momento pasó de ser una joven resignada dispuesta a ser sirvienta de enanitos a convertirse en alguien tan cruel como su madrastra. 

No la juzgo, con una madrastra así nadie sabe en lo que podría convertirse, aún así me pregunto qué habría sucedido si alguien le hubiera ayudado a cumplir sus sueños o le hubiera preguntado “¿qué quieres hacer con tu vida Blancanieves?”.

lunes, 16 de noviembre de 2015

CAPERUCITA: UN RITO DE PASO HACIA LA MADUREZ






En la oscuridad habitan nuestros temores, y también nuestros talentos. 

Lo temido es un desafío ante el que tenemos dos caminos, enfrentarlo aún temiéndolo o temerlo sin enfrentarlo.

Sin el Lobo Caperucita solo sería una niña que va a merendar a casa de su abuelita, y en nuestra cultura dejaría de existir un cuento fundamental.

En nuestro trabajo con arquetipos y cuentos, Caperucita es un personaje con el que trabajamos a menudo. Es una niña que ignora las consecuencias de relacionarse con un Lobo pero ahora conocerá sus efectos a través del dolor, como en todo rito de paso, para que la lección aprendida se grabe en la mente y en el cuerpo. 
La niña inmadura aprenderá que, quien no sabe reconocer a un lobo acaba devorada por él.