jueves, 21 de julio de 2016



EL DRAGÓN, LA ENERGÍA DE NUESTROS ORÍGENES 










"Al principio la Tierra era un caos sin forma” Así describen la mayoría de las mitologías y religiones humanas el mundo antes de la llegada de dios. En muchas de estas, el caos aparece habitado por una serpiente o un dragón. 

Comenzamos a trabajar con el arquetipo del dragón hace algunos años y un día sucedió algo que nos llamó la atención. Cuando trabajábamos con niños de un centro de día, la mayoría de ellos, se identificaban con este animal mitológico. Pronto nos dimos cuenta de que las energías de ellos y la de nuestro escamoso personaje tenían mucho en común. Por lo general cuando comenzábamos una sesión, una expresión de alegría podía ir seguida de empujones y acabar en una discusión colectiva. Alegría y enfado solían aparecer fusionadas, en ellos esas energías no parecían estar diferenciadas . Pensamos también que la identificación con el dragón les posibilitaba sentirse fuertes e invencibles, poderosos.

Siguiendo con la metáfora bíblica y mitológica, la serpiente original o el dragón desaparece cuando dios trae el orden al universo y separa el día de la noche, coloca los peces en el mar, las aves en el cielo, etc.…, y cada ser ocupa el lugar que le pertenece,  su lugar en el mundo. Pero en ocasiones, el dragón vuelve al mundo y con su poderoso soplido es capaz de arrasar el orden divino.

Cada uno de nosotros lleva un dragón dentro y en determinados momentos se manifiesta con todo su poder destructivo. Una discusión con un amigo o con tu pareja puede activarlo y su fuego exterminador puede destruir en segundos una relación que nos ha llevado tiempo construir. Sin embargo, si somos capaces de conocer al dragón y, a través del trabajo terapéutico ponerlo a nuestro servicio, tendremos un poderoso aliado. 

Reconocer a nuestro dragón, honrarlo y conocer su poder forma parte de nuestra terapia con personajes de los cuentos de hadas.

miércoles, 16 de diciembre de 2015

EL HADA, LA PRINCESA Y SUS PAREJAS





     Según Jung todos tenemos un modelo de la personalidad dominante, aunque participemos de varios arquetipos.

     Durante nuestra experiencia con grupos de terapia hemos desarrollado una herramienta, la llamamos el “Mapa de los Cuatro reinos”, y nos sirve para ubicar el tipo de familia de cada personaje y el momento evolutivo en el que se encuentra cada participante.

     En el “Mapa de los Cuatro Reinos” la Princesa vive en el Territorio del Castillo mientras que el Hada ha instalado sus dominios en lo profundo del Bosque. Si una de ellas quiere encontrar una pareja afín tendrá que buscarla entre los habitantes de su territorio. Así, en el Castillo la Princesa hallará un Caballero que la rescate o un Príncipe heredero que la convierta en Reina, mientras que el Hada, que ha construido su Reino en la Naturaleza, encontrará como pareja a un caballero aventurero, un trovador o un Mago. Pero en la oscuridad del Bosque también habitan compulsivos Ogros, Lobos con perfiles narcisistas y ególatras, y diferentes depredadores que la pueden engullir, y es difícil distinguir a unos de otros. Por eso el Hada necesita sabiduría, experiencia y una fina intuición para identificarlos, y la Princesa también para diferenciar a los diferentes tipos de Príncipes, porque alguna ha seguido a su Príncipe azul con la esperanza de convertirse en Reina y ha acabado viviendo a la sombra de la Reina madre de su Real consorte durante largos años.

     Ellen participaba en nuestro grupo de terapia. Ninguna de sus relaciones se consolidaba ni duraba demasiado. Cuando Ellen se situó en el “Mapa de los Cuatro reinos”, descubrió que ella vivía en el Castillo y que todas las parejas que había buscado eran habitantes del Bosque. Y es que Ellen era una Princesa y, aunque hubiera querido ser un Hada y en su fantasía se imaginara viviendo en el Bosque, su lealtad y su corazón estaban con el Rey, y no podía alejarse de allí pues ella era la heredera del Reino.

     Pilar era un Hada que vivía en el Bosque. Sus parejas también eran habitantes del Bosque, sin embargo elegía compartir su vida con depredadores. Necesitaba experiencia y sabiduría para reconocer a unos y distinguirlos de otros. Aunque era un Hada poderosa estaba exhausta. Necesitaba darse tiempo para escucharse a sí misma, conectar con su intuición y tomar conciencia de que, el lugar que había elegido para vivir, también era el hogar de Brujas, Ogros y Lobos.


     Y colorín, colorado una pregunta por hacerte nos queda sobre tu dama o tu amado: ¿En qué lugar lo has encontrado?

jueves, 3 de diciembre de 2015


CÓMO LA TELEVISIÓN OCUPÓ EL LUGAR DEL PADRE: LA ESTRUCTURA FAMILIAR







Aquí, en España, todavía hay quien llama a los informativos “el parte”. Esta costumbre viene de los tiempos lejanos de la guerra civil cuando, para estar informado, había que ver el parte de guerra que ponían en los cines antes de las películas.


Pasaron los años y la televisión se democratizó y ocupó un lugar en los hogares, la “cabecera de la mesa”, un lugar que durante siglos había sido el sitio del padre de familia, el llamado “cabeza de familia”. Desde la cabecera de la mesa, el padre ejercía su autoridad, ahora su jurisdicción ha sido ocupada por la televisión que, desde que usurpó el lugar del padre, nos dice qué está bien y qué está mal, quienes son los buenos y quienes los malos, qué hay qué comprar o qué nuevo producto es indispensable para nuestra salud, nuestro cabello o para parecer eternamente jóvenes, o si ha llegado el momento de hacernos un plan de pensiones.


 Con la evolución de las estructuras sociales y familiares la madre también ocupó la otra “cabecera de la mesa” porque en la madre también descansa la autoridad, además de las funciones de protección y cuidado, y el padre también va incorporando en sus funciones estás de cuidado y protección hacia sus hijos e hijas. En muchos hogares, ambos, padre y madre, han cedido su lugar a la televisión y nos encontramos con que es ésta la sustituta de la palabra de los padres, es la sustituta de la “ley de los padres”. Pero ¿qué pasa cuando el padre y la madre ceden este lugar? Los padres y madres tienen que ser eso, padres y madres, porque cuando lo son, los hijos e hijas pueden ser eso, hijas e hijos. Cada cual en su lugar y rol.


Cuando trabajamos en grupos con personajes hacemos un ejercicio en el que varios participantes organizan una escena que consiste en sentar a los miembros de su familia alrededor de una mesa para comer o cenar. Cuando lo han hecho les pedimos que observen la escena que han creado y se den cuenta de qué piensan y sienten al observarla, luego les pedimos que sean conscientes de a quién han sentado al lado de quién, quién enfrente de quién, quién más cerca, más lejos, etc, el siguiente paso es que los miembros de la familia interactúen ¿Qué se juegan alrededor de la mesa, qué juegos relacionales desarrollan?


Cuando la cabecera la ocupa la televisión, quien tiene la posición más privilegiada para verla y escucharla suele ser la persona que detenta el poder. Comer y relacionarse en ese momento puede ser un acto automático desprovisto de vida y de excitación.



Os invitamos a que cuando queráis observéis qué lugar ocupáis en la mesa y qué lugar ocupan los demás miembros de vuestra familia, y ….¿qué lugar ocupa la televisión?


lunes, 23 de noviembre de 2015


GRUPO DE TERAPIA CON PERSONAJES Y CUENTOS


EL PRÓXIMO 12 DE ENERO ABRIMOS GRUPO DE TERAPIA Y CRECIMIENTO PERSONAL EN EL INSTITUTO DE TERAPIA GESTALT DE VALENCIA (www.itgestalt.com)





¿Eliges las batallas que quieres luchar como un Rey sabio o esperas que te rescaten como una Princesa?, ¿Conoces el poder de tu Hada, la sabiduría de la Bruja, el instinto de tu Lobo, la fuerza de tu Dragón?


El objetivo de este grupo consiste en dar voz a los diferentes personajes que viven en nosotros y comenzar a integrarlos a través del trabajo terapéutico, como una entidad completa y equilibrada.


Te invitamos a acompañarnos en un viaje de autodescubrimiento por las tierras fronterizas que se encuentran entre los cuentos y la terapia.



EL NARRADOR INTERIOR







Un narrador de cuentos puede producir casi cualquier efecto. Dependiendo de cómo los relate puede provocar risa o tristeza, sorpresa o terror,  a esta manera de contar la historia la llamamos género narrativo.

En nuestros grupos de terapia con personajes y cuentos, trabajamos terapéuticamente con los géneros narrativos poniendo la atención en el tono que los participantes utilizan en su diálogo interior. Es tan importante para nosotros escuchar sus historias como la forma en que se las cuentan, cada quien lo hace de una manera, así, hay quien se cuenta su vida como si fuese un melodrama y es capaz de convertir en tragedia sucesos insignificantes, o quien vive con ansiedad y miedo constantes y descubre que se cuenta, una y otra vez, una historia de terror.

Hacer consciente el género narrativo nos permite comenzar a cambiar la manera en que percibimos el mundo, ya que nuestra experiencia cambia cuando modificamos la forma en que nos la contamos y es en ese momento, cuando elegimos cómo nos vamos a contar las cosas que vivimos, cuando pasamos de ser personajes a convertirnos en los narradores de la historia de nuestra vida. 



martes, 17 de noviembre de 2015

CON QUÉ SOÑABA BLANCANIEVES







Cuenta Shinoda Bolen en “Las diosas de cada mujer” que, para poder llevar a cabo nuestros proyectos, necesitamos que alguien crea en nuestros sueños y nos inspire para realizarlos. A quienes nos apoyan de esta manera les denomina “portadores de sueños”.

Imagino a Blancanieves, tras huir de su madrastra, encontrándose con los enanitos y que estos, tras decirle “si quieres cuidar la casa, cocinar, hacer las camas, lavar, remendar la ropa y tenerlo todo en orden, podrás quedarte con nosotros y nada te faltará”, añadieran “y si tienes otros intereses como estudiar un máster o explorar tierras nuevas y desconocidas, nosotros te apoyaremos”.

Algo me dice que los enanitos estaban demasiado centrados en sus intereses y que las mujeres de la época de Blancanieves estaban muy limitadas por su rol social, aún así me pregunto, ¿qué pensaba mientras limpiaba la casa de los enanitos o lavaba sus diminutas ropas?, ¿qué imaginaba mientras esperaba que le llegase el sueño?, tal vez maduraba la idea de recuperar el castillo de su padre y vengarse de su cruel madrastra o quizás soñara con abrir una panadería tradicional en otro reino o emprender un viaje por tierras nuevas y desconocidas, nada de esto sabremos pero lo que sí nos dice el cuento es que, al final un Príncipe le propone casarse y a ella, cuentan los Grimm, “le pareció bien”, y aquí es donde me pregunto ¿era Blancanieves la niña inocente que aparece en el relato o ha sufrido una transformación? 

Como respuesta, al final del cuento la madrastra es invitada a la boda y obligada a bailar con unas zapatillas de hierro al rojo vivo hasta morir, lo que me hace pensar que en algún momento pasó de ser una joven resignada dispuesta a ser sirvienta de enanitos a convertirse en alguien tan cruel como su madrastra. 

No la juzgo, con una madrastra así nadie sabe en lo que podría convertirse, aún así me pregunto qué habría sucedido si alguien le hubiera ayudado a cumplir sus sueños o le hubiera preguntado “¿qué quieres hacer con tu vida Blancanieves?”.

lunes, 16 de noviembre de 2015

CAPERUCITA: UN RITO DE PASO HACIA LA MADUREZ






En la oscuridad habitan nuestros temores, y también nuestros talentos. 

Lo temido es un desafío ante el que tenemos dos caminos, enfrentarlo aún temiéndolo o temerlo sin enfrentarlo.

Sin el Lobo Caperucita solo sería una niña que va a merendar a casa de su abuelita, y en nuestra cultura dejaría de existir un cuento fundamental.

En nuestro trabajo con arquetipos y cuentos, Caperucita es un personaje con el que trabajamos a menudo. Es una niña que ignora las consecuencias de relacionarse con un Lobo pero ahora conocerá sus efectos a través del dolor, como en todo rito de paso, para que la lección aprendida se grabe en la mente y en el cuerpo. 
La niña inmadura aprenderá que, quien no sabe reconocer a un lobo acaba devorada por él.